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Estrés laboral y cómo gestionarlo

Independientemente del área profesional, el estrés laboral es un efecto común. Es cierto que el estrés -en pequeñas dosis- puede llegar a ser motivador para ciertas personas, pero por lo general, un estrés prolongado en el tiempo lleva a problemas de salud y un mal rendimiento laboral.

Lamentablemente, el estrés entre trabajadores es cada vez más frecuente. Cada día nos vemos enfrentándonos a diferentes situaciones que nos alteran o nos causan ansiedad. Es importante que en el momento en el que ir al trabajo -o incluso pensar en ir- suponga un estado de ansiedad elevado, se ponga remedio de inmediato.

Aprende a detectarlo

Aprender a detectar cuando uno está sufriendo de estrés, es clave para solucionarlo a tiempo.

A continuación, encontrarás una lista con los síntomas más frecuentes.

  • Cansancio físico
  • Fatiga
  • Falta de energía
  • Dificultad para concentrarse
  • Alteraciones del sueño
  • Sentimiento de tristeza
  • Irascibilidad

Existen maneras de reducir el estrés laboral antes de que empeore, por eso es importante conocer los síntomas y empezar a tomar medidas frente a ellos.

Formas de reducir el estrés laboral

En los siguientes puntos, encontrarás diferentes maneras de sobrellevar la ansiedad causada por el trabajo. Es recomendable ponerlas en práctica si notamos alguna de las sintomatologías expuestas anteriormente.

1. Organización

Una de las mejores maneras de reducir el estrés laboral es manteniendo una buena organización. ¿Cómo? Empieza por las funciones más urgentes.

Organízate en función de prioridades: tareas urgentes, otras responsabilidades del día o de la semana, y proyectos largos (para poder hacerlos con tiempo suficiente).

Para que no sea un descontrol, la mejor manera de ponerlo en práctica es apuntándolo en una agenda de papel, para poder consultarlo cada día y que no se nos pase nada. O incluso organizándolo en una pizarra que podemos colocar en un lado del escritorio, y cada tarea realizada, la vamos eliminando.

Puede parecer un truco simple, pero es una manera fácil y práctica de tener todo organizado y asegurarse que no se nos pase nada.

2. Aprende tus limites

Es vital saber reconocer cuales son nuestros propios límites. Por mucho que queramos hacerlo todo, no siempre es lo más aconsejable; ni para ti ni para el correcto resultado del proyecto.

Cuantas veces habremos oído el “Si te organizas bien, puedes llegar a todo”, aunque esto es cierto, no siempre somos capaces de llegar a todo. La gran mayoría de veces no tiene que ver con llevar una buena organización, sino más bien con el hecho de que somo seres humanos, tenemos nuestros límites y uno puede llegar hasta cierto punto.

Claramente puede haber momentos puntuales donde tengamos una carga de trabajo mayor que el resto del año, y podemos dar un poco más de nosotros para poder cumplir con la entrega de esas nuevas funciones, pero algo muy importante: no debe perdurar en el tiempo. No es saludable que todo el año tengamos una sobrecarga de trabajo que nos suponga estrés, perder horas de descanso y calidad de vida, puesto que el rendimiento del trabajo no será mejor.

Es preferible centrarse en una cosa a tener 10 cosas más a hacer. Pon límites y te encontrarás más tranquilo durante las jornadas laborales.

3. Descansa

El descansar en horario de trabajo no es una forma de “holgazanear” en horario laboral. Poder tomarse un descanso sirve para reducir el estrés y poder volver a centrarse en la tarea con la mente despejada.

No hay una manera exacta para despejarse, a cada persona le funcionan diferentes técnicas. Puedes probar: saliendo a dar un rápido paseo, leer un libro, tomando café o té, hablar un rato con tus compañeros, pero de temas tribales, no del trabajo.

4. Describir la posición laboral

Puede que parezca extraño para algunas personas, pero esto es algo que se habitúa bastante: no tener las funciones claramente descritas.

Saber qué debes hacer cada día, que te toca hacer a ti y que no, es la forma más sencilla de amortiguar la ansiedad.

Si no tienes claras cuáles son tus funciones en tu puesto de trabajo: pregunta. Es importante, no solo para tu salud, sino para poder llevar a cabo un mejor rendimiento.

5. Tecnología

Es muy normal, sobre todo si hay posibilidad de hacer teletrabajo, que nos instalemos el correo electrónico del trabajo en nuestros dispositivos personales. Aunque esto nos facilite el trabajo, existe un problema mayor: no saber gestionarlo.

La tecnología es nuestra amiga, pero también puede ser nuestra peor pesadilla. El salir del trabajo y saber que tienes que estar pendiente de alguna respuesta importante, ya de por sí nos crea ansiedad, pero si, además, sabemos que podemos consultarlo fuera de nuestro horario en cualquier momento, es lo peor.

Se crea una necesidad de poder consultar si ya ha llegado la respuesta. En caso de que sí, si es buena nos quedamos tranquilos, pero si surge algún problema, nos veremos en la necesidad de contestar y ponerle solución, y todo esto fuera de nuestro horario laboral, cuando se supone que tenemos que descansar y desconectar de todo el estrés del trabajo.

Es decir, aunque la tecnología pueda ser nuestra mayor aliada, hay que ser lo suficientemente responsables como para poder poner límites y saber cuándo debemos hacer uso de esta. Si no, no desconectamos en ninguna situación y nuestro estrés se va agravando.

6. Psicólogo

Cuidarse únicamente por fuera no lo es todo. Para disfrutar de plena salud, también tenemos que considerar a nuestra mente. Sentirse bien con nosotros mismos, cuidar como nos sentimos es fundamental. Con el estrés laboral nuestra salud mental se resiente. Si nos vemos sobrecargados es importante acudir a una profesional de la salud psicológica quien te hará una evaluación y valorará el nivel de estrés que estamos sufriendo y nos dará pautas para poder sobrellevarla.

En casos más agudizados, nos dirán si consideran que es mejor idea dejar de trabajar durante un tiempo.

Los beneficios de seguir estas recomendaciones

A parte del hecho de poder reducir el estrés laboral, al hacerlo, lograrás mejorar tus relaciones interprofesionales y podrás disfrutar de un ambiente más agradable en el que trabajar.

Llevar una correcta organización, ayudarás tanto al rendimiento propio como del equipo de trabajo. Ayudarás a tus compañeros y gozareis de un ambiente laboral agradable.

Al liberar estrés, no te encontrarás tan fatigado/a y no tener esta carga encima mejorará tu productividad, tanto profesionalmente como personalmente. Este hecho incluso puede ayudar a ponernos metas más elevadas a futuro.

Toma nota e intenta ponerle remedio utilizando las recomendaciones anteriores. Si con ello tu estrés laboral no mejora y los síntomas van en aumento, recomendamos acudir a un profesional el cual podrá guiar y ayudarte.

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